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El fetichismo como deseo sexual

Fetichismo

En este post hablaremos del Fetichismo como un deseo y estimulación sexual que aparece en muchas personas y que suele estar motivado hacia las zonas erógenas del cuerpo o puede ser sustituido por prendas u objetos, convirtiéndose en la única forma de obtener satisfacción. Aquellas personas condicionadas por él se denominan fetichistas.

El fetichismo como deseo sexual:
En la actualidad, es más normal conocer las diferentes formas que tiene el ser humano para lograr su satisfacción sexual más allá de las relaciones sexuales tradicionales. Estas prácticas se denominan parafilias, entre las más comunes que podemos encontrar:

Autonepiofilia: Cuando se representa el papel de un bebé y la pareja lo trata como si lo fuera.

Formicofilia: Cuando se tiene contacto con pequeños insectos, como es el caso de caracoles, ranas, hormigas... que se deslizan, arrastran o mordisquean las partes más íntimas.

Frotteurismo: Placer de rozar, o ser rozado, en la zona genital donde interviene otra persona.

Gerontofilia: Excitación sexual con una pareja de la misma edad que los padres o abuelos.

Masoquismo: Cuando se somete a prácticas que producen dolor, que se convierte en placer durante el juego.

Narratefilia: La excitación se produce cuando se utilizan palabras o historias clasificadas como sucias, pornográficas u obscenas.

Sadismo: Cuando el dolor se produce a la víctima a sentir placer.

Travestismo: Llevar ropa, normalmente interior, del otro sexo.

Troilismo: Observar a la pareja con una tercera persona durante la actividad sexual.

Voyeurismo: Satisfacción derivada de realizar un acto sexual a escondidas.

Algunas de estas parafilias son realmente raras, pero una de ellas ha sido objeto de estudio de muchos investigadores, como es el caso del fetichismo, del que se estima que 99% de los casos proceden del sexo masculino.

Definición:
La palabra procede del francés fètiche, y en latín significa "ficticio" o "artificial", y -ismus, también del latín, significa "estado" o "condición". Consiste en la utilización de partes del cuerpo (externas al propio) u objetos que sustituyen a los genitales y se hacen indispensables para provocar el orgasmo. Es decir, el uso de manos, pies, pechos, nalgas, etc., de otras personas para alcanzar el clímax; aunque también se incluyen objetos como prendas de vestir (guantes, medias, pieles, cinturones, ropa interior...).

Se define como una fantasía sexual que adquiere su significado erótico y psicológico cuando el fetichista toma una prenda para sustituir al ser humano y transformarlo en objeto de deseo. Por lo tanto, el perfil del fetichista es el de un individuo que desea poseer objetos con sus cinco sentidos, no sólo mirándolos, sino también tocándolos, acariciándolos, oliéndolos e incluso llevándoselos a la boca para saborearlos.

Dentro del fetichismo también hay clasificaciones, como en el caso de la dorafilia, que consiste en la excitación sexual por tocar el pelo o cabello, la piel, el cuero y las pieles. Pero, el calzado también tiene un lugar especial, llamado rectifismo, o, si el objeto son zapatos de tacón alto, se identifica como altocalcifilia.

Conclusión:
El objeto puede desempeñar un papel muy importante en el juego sexual y enriquecerlo; pero no podemos dejar que el fetiche sea el único medio para lograr la satisfacción sexual. Es decir, el fetichista puede convertirse en alguien que centra su sexualidad en los objetos y no en las personas. Es recomendable utilizar juegos sexuales fetichistas con tu pareja y experimentar nuevas sensaciones pero siempre con precaución.

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