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Sea una dominatrix

Dominatrix

El término "dominatrix" suele utilizarse para describir a una mujer profesional dominante que cobra por participar en juegos eróticos con clientes sumisos. La mayoría de las dominatrix  no son profesionales, sino dominantes vocacionales. Un dominante vocacional es una persona firme, enérgica y con control sobre sus relaciones, tanto sexuales como sociales. Las dominatrices profesionales no suelen involucrarse en ningún tipo de contacto sexual con sus clientes.

Una dominatrix es una mujer que lleva un corpiño de goma o cuero y botas altas con tacones o, si quieres algo más sexy, lencería negra, medias y tacones. Muchas dominatrix profesionales  llevan atuendos de este tipo en su trabajo para responder a las expectativas de los clientes.

¿Cómo son la mayoría de los clientes?

Pueden ser de tres tipos principalmente. Primero está el típico hombre de buenos modales y maneras de entre 40 y 60 años al que le gusta ser humillado y azotado. Luego están los hombres de entre 40 y 50 años con una posición alta en sus carreras, pero cansados de las responsabilidades y de estar bajo control. Por último, están los más jóvenes, que buscan una mujer dominante porque suelen ser bastante sumisos y esperan que ellas dominen la situación.

¿Qué suele pedir con más frecuencia?

Una de las prácticas preferidas es la humillación en público. Suelen ser los hombres a los que les gusta que les traten como a una niña, que les vistan con prendas femeninas y que les azoten o escupan o insulten en público.

Sé una dominatrix.

Para ser una buena dominatrix tienes que tener las cosas muy claras, es decir, conocer a tu sumisa (qué cosas le gustan, qué estarías dispuesta a hacer y qué no, etc...) y ser capaz de estar a la altura de tus expectativas.

Algunas dominatrix cobran un sueldo fijo, otras por sesión y la mayoría exigen, antes de empezar a trabajar con alguien, un tributo en forma de dinero o un regalo para demostrar que realmente merece la pena dedicar su tiempo a un ser tan insignificante como su cliente.

¿Cómo conseguir clientes?

Existen sitios web de oferta y demanda en los que puedes anunciarte. Los interesados envían e-mails de las ofertas y dicen lo que buscan. Finalmente, la dominatrix es la que elige según sus preferencias y gustos.

Ser dominatrix puede cambiar tu visión y perspectiva de ver el mundo. Todas las personas venden su trabajo de una forma u otra. No es, en este caso, feminismo porque los hombres son controlados porque se intercambia dinero y bajo los términos de la dominatrix previamente acordados con su sumiso.

Por último, no tiene por qué afectar a tu vida sexual en ningún aspecto, ya que este tipo de prácticas humillantes no tiene por qué conllevar ningún contacto físico entre la dominatrix y su sub.